Oh Jesús, Nuestro Señor, dueño de la vida y de la muerte, aunque indigno y pecador, me postro ante Ti para implorar la salud de CECITAR LINCANGO (Equipo 3 Quito), a quien tanto amamos.
La persona que te encomendamos te sirve con infinito amor y confía en tu omnipotencia, en la que pone todas sus esperanzas.
Alivia, oh médico Celestial, su dolencia, y dale perfecta salud. Tu Palabra Padre Dios es medicina para su carne y la ley de Tu Espiritu de Sanidad siempre opera en quienes confiadamente declaramos que fuimos redimidos de toda enfermedad, en el Nombre de Nuestro Señor Jesus y bajo la mirada amorosa de Nuestra Madre Virgen Maria.
Amén.
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