Nota: Reproducimos la Carta del ERI correspondiente al
mes de Abril y que fue publicada recientemente en la página principal del
movimiento. La carta está conformada de dos partes: la
Carta del Consiliario del ERI y la Carta de un Hogar Responsable
perteneciente al Equipo Internacional.
***
TESTIMONIAR LA FE
Conocer a Jesucristo por
la fe es nuestra alegría; seguirle es una gracia, y transmitir ese tesoro a los
demás es un encargo que el Señor, al llamarnos a escogernos, nos ha confiado.
Consejo
Episcopal
latinoamericano (CELAM) - Doc. de Aparecida n° 18
Queridos
Equipistas :
Este es nuestro
primer contacto a través del Correo del ERI en calidad de pareja de enlace en
la Zona América. Somos Gracia y Roberto, casados hace 41 años y padres de dos
hijos. Vivimos en el sur del Brasil en la ciudad de Porto Alegre y hace 28 años
que pertenecemos a los ENS.
El ERI escogió la
Carta Apostólica Porta Fidei como el hilo conductor de las reflexiones
publicadas en este Correo durante el Año de la Fe. En lo concerniente a
nosotros, estamos encargados de profundizar la reflexión alrededor del
testimonio de la fe.
En la Porta Fidei,
6, Su Santidad el Papa Benedicto XVI declara que « la renovación de la Iglesia
también pasa a través del testimonio ofrecido por la vida de los creyentes: por
su existencia misma en el mundo, los cristianos son llamados a hacer
resplandecer la Palabra de verdad que el Señor nos ha dejado ».
En este sentido,
este correo dirigido a todos los equipistas del mundo no puede ser otro que un
mensaje de alegría.
Alegría porque la
fe es la respuesta al anuncio de la Buena Nueva y esto es suficiente para hacer
de ella un « grito » de gozo..
Alegría de
participar en el esfuerzo de renovación espiritual de la Iglesia en este Año de
la Fe, respondiendo a su llamada para la búsqueda de una conversión auténtica y
renovada en el Señor.
Alegría, en fin,
de poder testimoniar la fe recibida de la Iglesia , que ha conducido el seno de
los ENS a tantas personas y parejas, antes que nosotros, a recorrer el camino
de la conversión y a buscar la santidad en su vida matrimonial.
La Iglesia
comprende y valora esta influencia profunda del testimonio de vida de los
fieles en la vida de comunión, así como la importancia de esta última en la
consolidación de la fe de los creyentes. En este año especial de gracia
espiritual, la Iglesia nos invita a superar otro reto. La Iglesia desea que
aprendamos a vivir mejor las incertidumbres de la esperanza y a que seamos más
fructíferos en la misión, a partir de la reflexión sobre la fe. Para ayudarnos,
la Iglesia ofrece la oportunidad de confesarla fe en las Catedrales, Iglesias,
residencias, en el seno de las familias.....También, podemos resentir realmente
"la exigencia de conocer mejor y transmitir a las generaciones futuras la
fe de siempre » (Porta Fidei, 8).
Este compromiso
eclesial para redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el
entusiasmo de comunicar la fe - como sucedió con los primeros cristianos (Porta
Fidei, 7) - nos recuerda el comienzo de nuestra vida cristiana en el
Movimiento, el lugar de la Iglesia donde tomamos conciencia de nuestra
pertenencia.
A nosotros siempre
nos han encantado el ardor y la generosidad que demostraron las primeras
parejas y consiliarios espirituales de los ENS para animar el Movimiento y
formar generaciones sucesivas de parejas responsables, parejas piloto y
enlaces. Sus actitudes irradian la certeza-esperanza de haber descubierto, de
hecho "el tesoro escondido en el campo" (Mt, 13,44). Su impulso de amor y su transmisión entusiasta
de la pedagogía, del carisma y la mística de los ENS han sido decisivos en
nuestra formación cristiana inicial y en la construcción de un camino que hemos
recorrido juntos.
Gracias a este
buen inicio, fuimos sensibilizados para la acogida y la convivencia fraternal.
Descubrimos la presencia reconfortante de Dios en la adoración, en la Palabra y
en la Eucaristía, una presencia preciosa para discernir el sentido profundo de
nuestro amor conyugal y la necesidad de sostenerlo y recrearlo cotidianamente
como lo enseña el Padre Caffarel: « para que el amor de los cónyuges progrese,
es necesario avanzar en el conocimiento de Dios y sus designios ».
Deseamos que el
aliento del Espíritu Santo haga de este Año de la Fe, un año fecundo, y que nos
conceda la fuerza del testimonio para poder transmitir a las nuevas
generaciones el mensaje luminoso de Cristo sobre el matrimonio.
Gracia y Roberto Rocha
Pareja de enlace Zona América
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