La
lista de esposos santos continúa con los más recientes, Celia y Luis Martin
padres de Santa Teresita de Lisieux, ambos con una formación cristiana muy
fuerte. Pensaron en consagrarse por separado en su vida de solteros pero cuando
se vieron al cruzar la calle, Celia escuchó la voz de Dios que le dijo: “Éste
es el que he elegido para ti”. Y esto último, queridos lectores, ocurrió o no
en ustedes? Al principio, y luego de su primer encuentro como esposos optaron
por llevar una vida ascética y permanecieron como hermano y hermana por diez
meses, luego entendieron el regalo de la vida y concibieron 9 hijos, 3 de ellos
fallecieron muy pequeños, pero siempre estuvieron entregados a la oración y a
la crianza de sus hijos. Celia
les enseña a ofrecer su corazón al Señor cada mañana, a aceptar con sencillez
las dificultades diarias «para contentar a Jesús». Esta será la marca indeleble
y la base de la «pequeña vía» que enseñará su benjamina, la futura Santa
Teresita. Ambos llevaron una vida de esfuerzo y dedicación familiar, de ayunos,
de misas diarias, frecuente confesión, acciones piadosas, limosnas discretas a
familias necesitadas, gran espíritu misionero: espléndidas ofrendas anuales
para la Propagación de la Fe, participación en la construcción de una iglesia
en Canadá, etc.
La
Santa Sede informó el 18 de marzo de 2015 que el Papa Francisco autorizó a la
Congregación para las Causas de los Santos promulgar el decreto que reconoce el
milagro que elevará a los altares a los padres de Santa Teresita de Lisieux, Louis Martin y Maria Zelie
Guérin, cuya intercesión permitió la sanación de una bebé española.
El
30 de agosto de 2009,
al presidir el rezo del Ángelus dominical, el Papa
Benedicto XVI alentó
a los esposos a trabajar por su santidad en los matrimonios, afirmando que es
en estos hogares donde se prepara “el terreno fértil en donde florecen y maduran
las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada”, como
demuestra el testimonio de los Siervos de Dios: Domenica y Sergio Bernardini. Ellos estuvieron casados 52 años y tuvieron
diez hijos: ocho mujeres y dos hombres. Seis hijas eligieron la
vida religiosa: cinco como hermanas paulinas y una en la Orden del Buen Pastor.
Los dos hijos varones se hicieron sacerdotes, uno de ellos es el Obispo Emérito
de Smirne (Italia), Mons. Giuseppe Germano Bernardini.
La lista continúa, para lo cual les
recomendamos visitar el portal: http://www.es.catholic.net/op/articulos/55009/cat/913/matrimonios-santos.html
Sin lugar a dudas son ejemplos de vida, superando
pérdidas y hasta el sano juicio como el caso de Luis Martín padre de Santa
Teresita, sin embargo de ellos podemos concluir que necesitamos algunas de
estas características que cada pareja deberá hacer un examen no de conciencia,
sino de corazón como solía decir el Padre Caffarel, y así tenemos:
·
Dios reina en el corazón del creyente.
·
Jesús no me impone ser santo, pero sí requiere
a un hombre/mujer libre que se esfuerza por vencer al pecado.
·
Como consecuencia de lo anterior, existe un
ascesis, esto es, el esfuerzo personal y el uso de prácticas de penitencia para
luchar contra los defectos y adquirir las virtudes.
·
Vivir humildemente para Dios.
·
Tener sed de Dios
·
Perseverar en la oración y en el amor filial.
·
Educar a los hijos en la fe.
·
Recibir la voluntad de Dios.
·
Entregarse, desinteresadamente y en anonimato
al apostolado.
Y así, cada uno podrá seguir obteniendo de sus
experiencias, de testimonios de otras parejas cómo se vive una vida de santidad,
que será del día a día encontrando motivos para ver en el otro/a el rostro de
Cristo, ponerse ambos esposos a la escucha de la palabra, tener ambos un
corazón abierto para la acogida recíproca; quizás se nos invite a una
conversión, de lanzarnos en la ayuda de mi cónyuge y de los demás. Solo
transformándonos y esforzándonos venciendo al pecado, confesando nuestra
impotencia a Dios nos podrá dar Él un “…Espíritu
de Fuerza como esposos, tan igual como el que convirtió a unos humildes
campesinos de Galilea, en los infatigables testigos del Salvador.”
Todo depende de nosotros, podemos hacer alguna regla de vida de algo que
podamos cumplir de las características anotadas? Se atreven? Quizás no necesitemos ser elevado a los
altares, solo ser verdaderos esposos cristianos a la luz del evangelio y del
amor de Dios depositado en la pareja. Y eso, ya hablará por sí solo de qué está
hecho su matrimonio, de qué están hechos los Equipos de Nuestra Señora.
Susy y Fabián Franco
Equipo 11
Sector B
Guayaquil-Ecuador
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