Al aceptar una
nueva responsabilidad en ENS, nos preguntamos si estamos preparados o si
contamos con todas las herramientas?; pero la respuesta es: “solamente tenemos
la voluntad férrea de amantes de correr maratones, pero por sobre todo de
decirle sí al servicio del Señor, tras una misión”.
Nos sentimos
como Pedro y los primeros apóstoles, cuando aceptamos una responsabilidad en Equipos
de Nuestra Señora, pues somos ignorantes a lo nuevo, pero ese gusto por
servir y saborear la misión con alegría -por amor a Cristo- es lo que nos hace
valientes e invencibles como cristianos. Sin embargo, en la aceptación a los
retos o en nuestro conformismo, ¿podríamos
ser como Pedro al negar a Cristo 3 veces? Pues, a veces lo negamos cuando
tardamos en la misión.
Cuando
compartimos encuentros con otros equipistas, decimos sentirnos regocijados y
agradecidos por tener a ENS en nuestras vidas, por conciliar en puestas en
común y ayudas mutuas con nuestros coequipistas. ¡Nos sentimos bendecidos por
Dios!, no hay duda de ello.
Mientras estamos en el equipo, hacemos vida
comunitaria junto al Consiliario. Pero, un equipo de ENS no es una burbuja o
una isla, pertenece a un Sector, y éste a una región y luego a la Super Región,
y cuando vemos que existe un Equipo Responsable
Internacional y un Equipo Satélite de sesuda investigación para tener nuevos
textos, matrimonios de enlace, etc, es que podemos darnos cuenta de que, además
de la internacionalidad de nuestro movimiento, hay tantos matrimonios que han
sabido decir que sí a la misión, de aceptar la voluntad del Señor cuando dice: “Ven
y sígueme”.
Ejemplo de este Fiat, son Marilú y Charbel Saab del equipo
1 de Guayaquil, quienes en su caminar de servicio y en su misión de “dos en
dos” en el mes de julio de 2018 en Portugal, asumirán la responsabilidad de
Hogar Responsable de la Super Región
Hispanoamérica. Desde ya cuenten con nuestras oraciones queridos hermanos en
Cristo.
Días atrás se
compartía el Evangelio, de la Vid, el Viñador y los sarmientos. Qué estimulante saber,
que si permanecemos en Cristo sabremos dar buenos frutos, pero este permanecer
en Cristo no es estático, ni tampoco, para guardar los talentos y no
compartirlos. Para ser buen sarmiento y dar los frutos esperados, debemos
entender que Jesús necesita: nuestros conocimientos, nuestra voluntad, nuestro
ánimo, nuestro matrimonio. Debemos todos apuntar en el engrandecimiento del
reino de Dios en la tierra y ser copartícipes del Reino. Es nuestra
vocación como cristianos, como matrimonios, hacer Iglesia, hacer misión. Esto
sí nos corresponde y más en los actuales momentos.
No esperemos a que el Viñador
deseche los sarmientos que no dan fruto, pudiendo haberlo dado. Sabemos que
cuesta dar de nuestro tiempo y espacio, sin embargo Cristo dio su vida cargando
una cruz, insultado en su paso hacia el calvario, sortearon sus ropas y
atravesaron su abdomen con una lanza, hasta su santa muerte por nosotros. Sin
embargo, resucita y está presente para que lo acompañemos en un nuevo caminar; como
esposos, como profetas, como CORRESPONSABLES
de una misión que nos involucra a todos en Equipos de Nuestra Señora,
respondiéndole a Jesús en el: “Ven y sígueme”; aquí vamos y te seguimos
Señor, de dos en dos, en un matrimonio de Equipos de Nuestra Señora.
Susi y Fabián Franco
Hogar Responsable de EDIPC
Región Ecuador Sur
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